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viernes, 23 de enero de 2015

COMPARART 2014 en Perú




Muestra en el Museo de la Nación








Mientras estuve en Lima, tuve el privilegio de ser invitada a una muy interesante exposición de arte contemporáneo peruano, en Lima.
A través de la iniciativa de Malena Santillana, quien por 9 años ha sido curadora jefa del grupo América Latina del Salón Comparaisons de París, surgió la idea  de compartir en el Perú, el arte al estilo del que se expone en el Salón Comparaisons  de París, y que tiene como fin, exponer  y difundir  las obras de artistas con diferentes estilos de pintura en el Perú ; asimismo,  promoviendo la sensibilización de la población  nacional a través de la educación en el arte. Muchos de estos artistas han tenido la oportunidad de exponer sus obras en París.
Los gestores de esta iniciativa ven al arte contemporáneo como un reto económico cultural que expresa a través de sus estilos innovativos y progresistas la posibilidad de inserción cultural de la expresión artística, en sus diversos estilos, quebrantando la rigidez de tiempos pasados.  El individuo da rienda suelta a su concepción del mundo, de su entorno, y lo vuelca en expresiones de arte sui generis.En las palabras de Jean Francois Larrieu,  Presidente de la Fundación Taylor,  El Arte contemporáneo es  un vehículo de inserción social capaz de quebrantar las rígidas jerarquías sociales establecidas y de contribuir a través de esta  integración a la paz de los pueblos.
Con la inserción cada vez más sólida del Perú en el escenario mundial, se hace necesaria la creación de un salón que reuna a toda esta fuerza innovadora, dándoles un espacio especial para  vocear sus inquietudes libremente, tanto a nivel  nacional como internacional.
La muestra presenta diversas expresiones en el arte contemporáneo, como la pintura, la escultura, la fotografía y el video.  Aquí van las imágenes de algunas de las obras a las que pude fotografiar:
Roberto Huarcaya
Elda di Malio






















Marcelo Wong
        




Fabrizio Medrano-Graffiti Arte popular









Morgana Vargas Llosa




                                                                                                                                                                   

jueves, 22 de enero de 2015

Historias de Manhattan: La Calle Bowery y el Beer Garten

Bueno pués, les cuento que hay veces uno se dirige a la ciudad con el fin de agasajar o visitar a alguien o servir de guía de turismo, y termina uno descubriendo que más allá de los rascacielos y el concepto de ciudad moderna, conviven con ellos esos ornados y distinguidos edificios que se ocultan tímidos bajo su imposición! Y uno descubre que debería haber otro tipo de turismo, el turismo que descubre la historia escondida, pero riquísima de la gran ciudad. Esa que cuenta cómo se inició y desarrolló ella y como en los pequeños vestigios todavía queda la huella que atestigua una tradición ya casi olvidada. Ya dicho esto, pues me fuí con mi amiga Luz Maria Bouroncle al Barrio Chino de NY a buscar té de rosas y un té rojo que dicen que adelgaza. No me lo compré porque creo que lo mejor en mi caso es "cerrar el pico"; lo cual por el momento no me provoca hacer...en especial, después de Navidad donde sobran tantas ricuritas. Después nos fuimos a comer dim sum, q ue son unas especies de tapas a lo española, pero de la región del Cantón en la China. En la calle Capón en Lima, Perú, también acostumbrábamos a tomar el té chino (el dim sum se originó tomando té con pastitas, pues se consideraba que el té es un bajativo) y era super deli! Pues hijas e hijos, resulta que el famoso Jing Jong en Elizabeth Street en NYC, tiene una historia que data desde los 1700. Fue una taverna llamada Bull's Head Inn, que tenía su frente en Bowery Street y cuya puerta trasera estaba en Elizabeth Street. Su propietario Nicholas Bayard, la inauguró en 1740. Fue cuartel de George Washington durante la guerra revolucionaria, y después, allá por 1858, un alemán inmigrante, estableció un "Beer Garten" donde ofrecía cerveza (a pesar de la prohibición, haciéndola pasar por aguada), habían funciones de ballet, cantaban grupos nuevos, jugaban bowling y billar y hasta había un órgano grandísimo que tenía sonidos como los de una orquesta. En el Bowery habían camales, y era una zona muy comercial. Los ancestros de los Astors millonarios fueron carnicieros y en un tiempo, dueños de esos terrenos. En 1916. al morir el viejo Krammer, los hijos lo heredaron y cerraron el local para construir un edificio de oficinas y un nuevo teatro. Más adelante, fue comprado por un chino millonario, Alex Chu, que todavía está pidiendo licencia para construir un hotelazo moderno. Sin embargo, y debido a que se ha descubierto el valor histórico de esos terrenos, están en debates de lo que debe de hacerse. Mientras tanto, el Jing Jong sigue funcionando ajeno a la gloria anterior, pero dándose fama por sí mismo, con uno de los mejores dim sums que he comido...limpísimo (los baños son impecables, también), y con un comedor que debe de alojar 1000 almas o más. Además de que tiene unos lamparones de cristales, impresionantes. Cuando uno sube por la interminable escalera mecánica que lleva hacia el restaurante parece que uno estuviese en un teleférico ! Así que si están por NY, dense una vueltecita por allí y gozen un poco de la historia interna de NY city.